Juicio a los nudistas urbanos

Dos barceloneses que defienden su derecho a ir desnudos por la calle deben responder por ello ante los tribunales | El popular Esteban ha asisitido este martes por la mañana a su cita con el juez. 

Muchos barceloneses se han cruzado alguna vez con Esteban, un ciudadano que, como tantos otros, disfruta paseando tranquilamente por su ciudad. A él, sin embargo, le gusta ir completamente desnudo, con unos zapatos como única vestimenta y su sexo tatuado y ornamentado al aire.Esteban no elude las zonas más concurridas de la ciudad. Al contrario. A menudo se le puede ver por la popular área de paseo situada frente al puerto deportivo barcelonés. Ni se inmuta ante el estupor, risas o comentarios escandalizados que su desnudez suscita entre conciudadanos y turistas. A menudo hay quien se toma un retrato con él, siempre con su consentimiento y sin que muestre ningún pudor. Nada en su actitud le diferencia del resto de paseantes -excepto, claro está, el llamativo hecho de que él va desnudo y los demás vestidos- y, aunque ninguna normativa local ni ley le prohíbe ir sin ropa, este modo de proceder le está trayendo graves problemas.La serie de multas con las que ha sido sancionado en los últimos meses han concluido en una cita ante el juez por una falta de "desobediencia a la autoridad", según ha denunciado la asociación Aleteia, que defiende el derecho de las personas a ir desnudas en cualquier circunstancia. Este martes por la mañana, y sin que sirva de precedente, Esteban ha acudido vestido a su cita con el juez.También el presidente de la asociación Addan (acrónimo de Associació per a la Defensa del Dret a la Nuesa), Jacint Ribas, está llamado a presentarse ante el juez por ir desnudo por la calle, aunque rechaza dar más detalles sobre el asunto. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Barcelona se vio en el ojo de una polémica cuando en el año 2004 subvencionó un tríptico de su asociación en la que se animaba a los barceloneses a salir desnudos a la calle.

La desnudez no está prohibida.

Dado que ningún reglamento ni ley prohíbe la desnudez, los motivos de las sanciones -de hasta 120 euros- que se impone a estas personas están relacionadas con la alteración del orden público o la desobediencia a la autoridad cuando se les requiere que se vistan.La Guardia Urbana de Barcelona admite que el hecho de salir desnudo a la calle no supone ningún delito ni falta, pero cuenta que los agentes sí están autorizados a requerir a un ciudadano que se vista cuando lo hace en presencia de menores o discapacitados o cuando alguien manifiesta sentirse molesto por ello.

En las pasadas elecciones, Ribas acudió a votar 'en pelotas'.

En el caso del señor Esteban, explican desde estas asociaciones, la desobediencia se produce, además de por propia voluntad, porque no lleva ninguna ropa con la que vestirse.El presidente de Addan equipara el derecho a ir desnudo por la calle con muchos otros derechos adquiridos desde la democracia y asegura que está amparado por las últimas normativas locales, por el nuevo Estatut catalán y por la Constitución española.Sintiéndos bajo el paraguas de esta ley fundamental y como militante de este derecho, Ribas no sólo sale a pasear desnudo por Barcelona, sino que también ha participado sin ropa en la carrera más popular de la ciudad e incluso en las últimas elecciones locales acudió a votar, como se dice popularmente, en pelotas.Cuando se le pregunta por qué va desnudo, él repregunta: "¿Y porque la gente va vestida?". Insistiendo un poco, aclara: "Nos molesta la ropa, simplemente".