Diario de un Nudista
Desnudos. La desnudez humana no es humillante, ni pecaminosa... ni estética.
Durante siglos, el cuerpo desnudo evocó los momentos del nacimiento y de la muerte. También, condiciones extraordinarias de enfermedad, locura, encarcelamiento o tortura. Grupos de personas desnudas sólo podían apreciarse en circos romanos, mercados de esclavos, prostíbulos o campos de prisioneros.
Perder la ropa era perder la dignidad humana (los animales no se confeccionan vestidos), la identidad personal (todos los cuerpos desnudos se parecen, se confunden, se pierden) y los derechos naturales (la persona sin ropa queda completamente indefensa, no sólo ante la mirada de un posible agresor, sino ante las armas y los instrumentos de tortura que éste pueda portar). El cuerpo desnudo, en su lastimosa indefensión, no suscitaba un impulso sexual ni una emoción artística, sino más bien sentimientos morales: compasión, piedad, indignación, solidaridad, espíritu justiciero.
La historia de los desnudos colectivos se había quedado en la etapa de los campos de concentración. Hasta este momento, los pensadores y los artistas llegaron a la conclusión de que la ropa era la última defensa del individuo ante el poder implacable y omnímodo del Estado, y que la intimidad de la desnudez era el último reducto inviolable y sagrado de la persona frente a los abusos de la multitud fanatizada, de la policía y del ejército. Posteriormente, en la década de 1970, se popularizaron en Europa y América los campos nudistas (la playa oaxaqueña de Cipolite lleva casi tres heroicas décadas ofreciendo arena —casi— virgen, promiscuo oleaje y hongos alucinógenos a los turistas nacionales y extranjeros).
El nudismo se convirtió en un deporte minoritario, como el golf, el ajedrez o el salto al vacío. La desnudez, en condiciones a un tiempo permisivas y reglamentadas, perdió toda connotación erótica (es sabido que un cuerpo semidesnudo es más deseable que uno totalmente en cueros, y que el desnudo multitudinario torna mediocres y precarios los cánones de la belleza corporal —por decirlo de una manera elegante).
1 comentario
Derek Walker -
de lugares nudistas, naturistas