Entre el nudismo y las playas “Iram”

Villa Gesell no sólo tiene olas, viento, playa y una variada oferta para el esparcimiento. También exhibe una característica única: cuenta con el primer balneario de mar de América Latina que alcanzó la certificación de la norma IRAM 42.100 que distingue la buena calidad en los servicios. Pero, además, tiene una playa nudista pública, a 20 kilómetros del centro, para los que gustan mostrar su cuerpo sin tapujos.
El balneario certificado se llama Noctiluca, que significa “luciérnaga marina”. Está preparado para recibir a familias con chicos pequeños y también personas con alguna discapacidad, ya que cuenta con servicios especiales para ellos. En el caso de que quieran disfrutar de un chapuzón tienen una silla anfibia que les permite hacerlo. Los baños y los accesos del balneario también están especialmente acondicionados.
El uso responsable de los recursos es otra de las cualidades del lugar. Posee corte automático de grifos, sensores de movimiento para la activación de la luz y paneles vidriados en el comedor para el aprovechamiento de la luz del día.

Desnudo total
Los que practican el nudismo aseguran que cuando están sin ropa “son todos iguales”, y que muchas veces la vestimenta es más provocativa que un simple desnudo. Rechazan el exhibicionismo y no permiten que se mantengan relaciones sexuales en la playa.
El proyecto arrancó hace tres años, pero en marzo de 2008 la Asociación Para Nudismo Naturista Argentina (APANNA) acordó con la Municipalidad para crearlo. Está ubicada en la playa Querandí y tiene 200 metros de arena, rodeada por árboles que sirven de barrera para curiosos. Las reglas son claras: está prohibido tener relaciones sexuales en la playa; los menores de 18 sólo pueden ir acompañados por sus padres; no se permite el exhibicionismo; no se pueden sacar fotos sin consentimiento y está prohibido fumar, tomar alcohol o drogas.